Colaboración entre personas voluntarias y personas refugiadas: la solidaridad humana como auténtico generador de cambios

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Por Leila Gutiérrez

Contribuir en la mejora de la vida de los colectivos vulnerables es una tarea compleja pero, sobre todo, necesaria y muy satisfactoria. Hoy, 20 de junio, Día Mundial del Refugiado, ponemos el foco en todas aquellas personas que se han visto obligadas a abandonar sus países, así como a todas aquellas iniciativas y voluntarios/as que buscan mejorar la vida de estas personas. 

Desde el Tercer Sector, la implicación de las organizaciones es absoluta. Para muchas de las entidades las personas refugiadas conforman su colectivo de actuación, al igual que asistirlas, acompañarlas y apoyarlas, en definitiva, mejorar la calidad de sus vidas, constituye su objetivo principal. No obstante, la labor que llevan a cabo a través de iniciativas y proyectos, en muchas ocasiones, ante la elevada demanda de recursos y necesidades precisa del apoyo de otras organizaciones, como las empresas. En este sentido, la colaboración conjunta y el trabajo en equipo entre ONG y el sector empresarial se convierte en una alianza fundamental para conseguir cambios y mejoras sólidas y eficaces. 

Dentro de esta unión solidaria, el voluntariado corporativo ofrece diversidad de formas y acciones mediante las que materializar los propósitos de las organizaciones implicadas. Campañas de donaciones, recogida de fondos, acciones de sensibilización o talleres de integración, son algunas de las muchas opciones a través de las que impactar positivamente en este colectivo. Asimismo, aunque es importante resaltar la relevancia y la capacidad de transformación y desarrollo que ofrece la vinculación entre ONG y empresas, no debemos olvidar que son las personas voluntarias quienes realizan estás actividades y cuya labor es el motor generador de cambios. Y es que no hay mejor vía para llegar a las personas que a través de otras. De tal modo, las organizaciones empresariales y sociales son las que ponen los medios para alcanzar estos objetivos, pero sois vosotros, voluntarios y voluntarias, quienes realmente dais sentido y valor a los mismos. 

 

El voluntariado corporativo como motor de cambio 

En este sentido, y a modo de buen ejemplo de cómo las empresas a través del voluntariado corporativo pueden incidir positivamente en esta causa social, encontramos el proyecto “Iberdrola con los refugiados”. Un plan integral de apoyo a las personas refugiadas que tiene como objetivo facilitar su integración en España mediante la dotación de recursos y herramientas. Como materialización de dichos objetivos, se han desarrollado escuelas de integración donde adquirir conocimientos sobre la adaptación al entorno y el aprendizaje del idioma español. En este espacio los voluntarios y voluntarias tienen la oportunidad de participar en la impartición de distintos talleres, tanto presencialmente, en Bilbao, El Escorial y Getafe, como virtualmente, a través de sesiones online de conversación en español. 

Aportar mucho, recibir aún más

Como hemos comentado, formar parte de este tipo de iniciativas no es una cuestión sencilla, conocer otras realidades, muchas de ellas marcadas por graves problemáticas sociales, no es baladí. Sin embargo, contribuir en la mejora de estas realidades y poner un poquito de nosotros puede generar importantes beneficios. Conozcamos algunos testimonios de los voluntarios que formaron parte de “Iberdrola con los refugiados”:

  • Sergio Nieto: “¿Quién aporta más y quién recibe más? La respuesta es fácil:los voluntarios que aportamos un poquito de nuestro tiempo y nuestra experiencia, recibimos mucho más: a través esas preguntas tímidas al principio y directas después de solo media hora, las sonrisas que se intuyen detrás de las mascarillas… y las carcajadas que las traspasan claramente: Recibimos experiencias de vida, grandes dosis de aprendizaje en pequeños momentos; que nos enseñan la importancia de esos pequeños gestos que consiguen grandes cosas. Gracias… por dejarnos aportar un poquito y llevarnos mucho”.

  • Ana González: “Animaría a todos a participar en este tipo de actividades, que aunque se trate de un tópico es completamente cierto que dando muy poquito, una parte pequeñísima de tu tiempo, recibes mucho más a cambio y que este colectivo que no han tenido oportunidades en sus países de origen, algo que nosotros damos por hecho por haber tenido la suerte de nacer en otros entornos, desde aquí seamos capaces de acogerles y ofrecerles algo mejor y que finalmente su integración sea total”.

En definitiva, el Día Mundial del Refugiado busca visibilizar y concienciar sobre las difíciles situaciones  que se ven obligados a afrontar las personas refugiadas a causa de conflictos armados o persecuciones. Una fecha que, desgraciadamente, está presente en nuestro calendario más allá de su día de conmemoración pero a la que, afortunadamente, la respaldan importantes proyectos y numerosas personas voluntarias, fruto de las alianzas entre empresas y organizaciones sociales.

Ya seas una empresa o una persona a la que le gustaría convertirse en voluntaria por una buena causa, no dudes en ponerte en contacto con nosotros y conocer todas las posibilidades que ofrece el voluntariado corporativo. Ayudar está al alcance de todos. Infórmate aquí

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