El tercer jueves de noviembre se conmemora el Día de la empresa social, entendiendo a este tipo de compañía como aquella que posee un impacto positivo en el medio ambiente o en la sociedad, aportando diferentes soluciones a los retos sociales y medioambientales con los que tenemos que lidiar actualmente, y que a su vez es rentable como negocio.
El auge del concepto de empresa social viene dado en parte por los cambios que nuestra sociedad está sufriendo, desde la pandemia causada por la Covid-19 hasta la guerra de Ucrania, que han incrementado las acciones corporativas sostenibles tanto por parte de las compañías como de sus empleados. Según el ‘Estudio de Finanzas Sostenibles y Objetivos 2030’ de Pacto Mundial Red Española, el 14% de las empresas de España, cuenta con una estrategia de finanzas o inversión sostenible.
Es más, desde la crisis por la Covid-19, la participación de los trabajadores en voluntariado corporativo ha crecido en un 63%, y esto es en parte gracias a la puesta en valor que las empresas realizan ante estas acciones solidarias. Sumado a esto, la Unión Europea, con su Plan de Acción de Finanzas Sostenibles de la Unión Europea (2018) y el Pacto Verde Europeo también promueve la transición hacia una economía sostenible y una mayor visibilización de este fenómeno.
¿Por qué adquiere tanta popularidad el emprendimiento social en los últimos años? Las diferentes crisis que han asolado a distintos países del mundo han llevado a depositar grandes esperanzas en un tipo de iniciativas empresariales que busquen soluciones a los problemas sociales candentes, como modo de garantizar una convivencia más justa entre los recursos disponibles y el uso que se hace de ellos.
Por ello, diversas empresas han establecido como su motor principal de acción este modelo empresarial, para poder acercarse así a la innovación, la inclusión y la autosostenibilidad que los desafíos sociales, económicos y medioambientales han impuesto.
Mujeres emprendedoras y emprendimiento social
El Global Entrepeneurship Monitor (GEM), reflejó que en el año 2020 la actividad emprendedora de mujeres a nivel internacional ha aumentado hasta un 10%, un dato que no ha parado de crecer desde entonces.
La mujer española, es una de las más emprendedoras en comparación con la media europea, conformando el 48,8% del total de las personas que emprenden. Además, desde la pandemia por la Covid-19, el número de mujeres que emprende en nuestro país creció en el 2020, casi un 50% más que el año anterior. Este es un motivo más que suficiente para la celebración del Día de la Mujer Emprendedora este 19 de noviembre.
Otro dato curioso es que las mujeres emprendedoras son las que más se acercan a un emprendimiento social y medioambiental, lo cual refleja la importancia y la concienciación presente de un emprendimiento social y sostenible.
De igual manera, seguimos encontrando desigualdades de género en el sector empresarial, ya que los motivos que llevan a emprender a un hombre y a una mujer disciernen entre sí.
Las mujeres, ante la pandemia de la Covid-19, buscaron en el emprendimiento una fuente de ingresos alternativa frente al aumento del desempleo, según confirma el Informe de la Brecha de Género Global del Foro Económico Mundial de 2022 y Linkedin.
La importancia de la educación
Según The Objective, la educación se consagra como uno de los pilares fundamentales para que una mujer emprenda un negocio, no solo por el sector al que se adhiera, sino por lo capacitada que una mujer se vea para ello.
Fundación Quiero Trabajo, promueve la formación de mujeres en riesgo de exclusión social mediante el Voluntariado Corporativo con el fin último de fomentar su empoderamiento en todos los ámbitos, para que puedan adquirir la resiliencia necesaria y evitar ciertas problemáticas como el síndrome del impostor.
Para ello, los empleados voluntarios que cuentan con un perfil especializado en diversas materias, forman a las mujeres en distintas aptitudes, desde dotarlas de herramientas para la preparación de un Currículum hasta talleres de Definición de Objetivos Profesionales, entre otros muchos.
En Fundación Hazloposible trabajamos en conjunto con ONG que promueven la educación de las mujeres en el ámbito laboral para que puedan obtener las claves necesarias para su desarrollo profesional y personal, así como también orientamos a las empresas ofreciéndole recursos tecnológicos que les acerquen más al concepto de empresa social como modelo de negocio sostenible.
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